Convocar a profesionales con sanas inquietudes, capacitándolos respecto de la problemática de este tipo de medios (haciendo docencia), trabajando para la evangelización con todos los recursos existentes, ya que “lo pequeño es lo posible” (con lo que se tiene en ese momento), destrabando constantemente obstáculos humanos (ya sea de carácter económico, técnico, legal, o de otra índole) e implementando los canales de comunicación en forma inmediata y perfeccionándolos en etapas sucesivas (no desperdiciando ningún recurso por pequeño que sea), teniendo en cuenta la continuidad del proyecto.
Esta continuidad requiere de una tarea constante por parte de personas “concientizadas” con esta problemática específica, trabajando en forma articulada (como sistema, en red), supervisando en forma permanente, a fin de que no se desvirtúe la finalidad del proyecto, tratando de optimizar los recursos existentes a efectos del mantenimiento y mejoramiento de la “llegada” de los contenidos a cada uno de los potenciales receptores y, al mismo tiempo, ir generando nuevos espacios en el ámbito de la comunicación social.
