El título es obvio. No es necesario explicarlo. Sin embargo, en el mundo actual, hay que remarcarlo. Habrá que tomar conciencia de ello, especialmente en los contenidos difundidos por dichos medios.
Si bien desde hace un tiempo vemos la importancia cada vez mayor de las denominadas “redes sociales” en la opinión pública, a través de Internet, esto no nos tiene que hacer olvidar que, en su interacción con los medios tradicionales, éstos tienen su “base de sustentación” en una mayor regulación por cada Estado Nacional, basado en el concepto internacional del denominado “Servicio de Radiodifusión”, generado a partir de la segunda década del siglo pasado.
En ese sentido fue primero el servicio de la Radio y más tarde el de la Televisión, ahora digital, pero siempre fue de carácter abierto, directo y gratuito al público en general que, a partir de su propia identidad, difunde en forma “masiva” un cierto contenido que actualmente está interactuando con dichas redes sociales, las cuales poseen otras características.
Se deduce así la responsabilidad que tienen dichos medios abiertos, directos y gratuitos en el sentido que dependen mucho de las personas y entidades que intervienen en ellos, ya que son una suerte de “escuela de enseñanza no formal moderna” adonde la tele-audiencia asiste regular y masivamente, por lo cual siempre tiene influencia, ya sea en forma directa o indirecta, en toda la sociedad.
En cada medio de Radio y Televisión, sus respectivos servicios brindados poseen su propia “línea editorial” que recae en los respectivos titulares responsables de los mismos, máxime si tienen personerías jurídicas públicas, estatales o no estatales.
Buenos Aires, 28 junio de 2024.
Ing. Alberto Cravenna
